Esta casa de fin de semana reúne unas dimensiones de 25x6m y disfruta de las mejores vistas a pié de playa.

Se trata de un espacio diáfano de una sola planta, de líneas refinadísimas y fachadas de cristal, donde sus ocupantes pueden disfrutar del espacio en común durante cualquier momento del día. Esta superficie abierta resultante de la escasa compartimentación, proporciona una enorme libertad de movimiento a través de la casa, permitiendo el disfrute de la vivienda de una forma global.

El dormitorio es un espacio abierto al mar, que dispone en la zona posterior de un enorme vestidor. Un jardín interior, ubicado en el corazón de la casa, con pavimento a base de canto rodado y oculto tras un muro calado de hormigón, funciona como conector de cada una de las zonas de esta soleada vivienda. En la zona posterior, un patio a modo de caja de cristal, sirve de separador entre cocina y baño.